Sweet fifteen

Hoy me convencí de algo: Las mujeres siempre tendremos 15 años. ¿Por qué lo digo? Pues, a eso voy. No soy una anciana, ni una adulta contemporánea... Soy una carajita, lo sé, pero veo mis 15 como si hubieran pasado hace mucho tiempo. A esa edad (quizás antes, quizás después) es cuando se tienen las primeras ilusiones amorosas bonitas.
Las mariposas en la barriga, los ojos de Candy Candy, el temblor en las piernas y las mejillas sonrojadas siempre están presentes a la hora de ver al chico. Por supuesto, el mundo se congela y suenan los violines de fondo, muy al estilo de una película rosa. El sujeto te habla y tu lo miras pensando "¡ay! es lindísimo" y así transcurren las horas hasta que se despiden y vuelve la impaciencia.
La espera de verlo otra vez, el perenne "¿Lo llamo o no lo llamo?", las dudas "Si le mando un mensajito de texto ¿seré muy obvia?", las eternas reuniones con las amigas para contarles, para "rumiar" (como decía el artículo que me mandó Pablo aquella vez), para los gritos y la ronda de preguntas / comentarios: "¿Qué te dijo?" "¡Júralo!" "Marica, ¡tú le gustas!"
La emoción de ver el celular sonar, de leer un mensaje, de ver abrirse una ventana del MSN con su nombre. Los celos con cualquier fémina que se acerque, los nervios del primer beso. Todo eso, tan de quinceañera... Todas las mujeres lo hacemos y/o pensamos a cualquier edad.
¡Pues sí! Hace poco le decía a mi chico verde que me sentía de 15 años, y es así. Todas esas emociones y sentimientos típicos de la adolescencia vuelven en el enamoramiento. ¡Si! Todas pensamos que tenemos al príncipe azul (verde en mi caso ¡jajaja!) y que somos las princesas (¡y no digan que no!) De eso se trata el enamoramiento, de la hipnosis, de perder la razón. Y no sólo lo digo yo, lo dice hasta mi querido Freud.
Y esta teoría de los 15 años lo comprobé aún más hablando con mis amigas, que van desde 18 hasta 28 años. Todas aquellas que tenemos a alguien allí estamos tontas, tontísimas, pero felices y disfrutando.
¡Qué rico es tener 15 años otra vez!
Las mariposas en la barriga, los ojos de Candy Candy, el temblor en las piernas y las mejillas sonrojadas siempre están presentes a la hora de ver al chico. Por supuesto, el mundo se congela y suenan los violines de fondo, muy al estilo de una película rosa. El sujeto te habla y tu lo miras pensando "¡ay! es lindísimo" y así transcurren las horas hasta que se despiden y vuelve la impaciencia.
La espera de verlo otra vez, el perenne "¿Lo llamo o no lo llamo?", las dudas "Si le mando un mensajito de texto ¿seré muy obvia?", las eternas reuniones con las amigas para contarles, para "rumiar" (como decía el artículo que me mandó Pablo aquella vez), para los gritos y la ronda de preguntas / comentarios: "¿Qué te dijo?" "¡Júralo!" "Marica, ¡tú le gustas!"
La emoción de ver el celular sonar, de leer un mensaje, de ver abrirse una ventana del MSN con su nombre. Los celos con cualquier fémina que se acerque, los nervios del primer beso. Todo eso, tan de quinceañera... Todas las mujeres lo hacemos y/o pensamos a cualquier edad.
¡Pues sí! Hace poco le decía a mi chico verde que me sentía de 15 años, y es así. Todas esas emociones y sentimientos típicos de la adolescencia vuelven en el enamoramiento. ¡Si! Todas pensamos que tenemos al príncipe azul (verde en mi caso ¡jajaja!) y que somos las princesas (¡y no digan que no!) De eso se trata el enamoramiento, de la hipnosis, de perder la razón. Y no sólo lo digo yo, lo dice hasta mi querido Freud.
Y esta teoría de los 15 años lo comprobé aún más hablando con mis amigas, que van desde 18 hasta 28 años. Todas aquellas que tenemos a alguien allí estamos tontas, tontísimas, pero felices y disfrutando.
¡Qué rico es tener 15 años otra vez!
Comentarios
xD Saludos!!
Lo feo viene después, no es por ser pesimista, pero ese sentimiento se quita a los dos o tres años, cuando las crisis crecen en número. Y luego, el divorcio, el llévate tus cosas, dame las mías, nos vemos jamás en la vida...
Ojalá uno pudiera disfrutar de ese amor quinceañero por toda la vida...que no hubiesen las crisis de pareja, las otras que son las bichas que se meten por todos lados sin que se les llame...en fin, todo sería más feliz si esta etapa durara más...
Un beso...y ojalá estés enamorada por el resto de tu vida, y que todos tus días cumplas 15 de nuevo, una y otra vez...
Millones de besos de tu color favorito
Hace 4 años fue la última vez q me sentí así... lo extraño.. espero q venga alguien pronto q me haga sentir así de nuevo... Es riquísimo...
Muy chévere tu blog!