Noche de ron

Anoche salí con mis amigas del trabajo. El local no me gustó mucho, pero debo admitir que la pasé muy bien. Recuerdo que en un momento me senté en una silla, un espíritu me poseyó y escribí esto que van a leer a continuación. Nunca había escrito algo bajo los efectos del alcohol y ahorita, cuando lo transcriba es que lo leeré de nuevo. Veamos qué tal:

(Medio ebria. 3am. Draft. San Ignacio)

El local a reventar. Unos beats retumbaban sus oídos. Ella escribía una nota en su BB, mientras el resto del mundo se movía al ritmo de "El Hacha". Un chico le trajo su ron. Quería embriagarse. No podía negar que había pensado en él toda la noche. "No puedes negar que te gusta, te gusta" escuchaba sorbiendo su pitillo. Veía a su amiga bailando, también, para matar el despecho. Se levantó a bailar. No aguantó. Se sentó. El ron ya iba a la mitad. Pensaba. En él. En ellos, en el que extraña y en el "ideal". El que extraña era la pieza que faltaba a su rompecabezas. El "ideal"era el imposible, el que veía de muy lejos y quería tener cerca. Decidió unirse al grupo. Soltó el BB. Pensó: "Mañana publico esto". Así hará. Por lo pronto a seguir la noche. Una noche de amigas, baile y ron. Porque para olvidar las penas el ron es el mejor amigo. Por lo menos unas horas ¿o no?

¡Ok! Escribí muy bien para estar con varios rones encima. Tuvo mucho sentido, mucha tristeza y mucho despecho. Por algo el dicho popular clama que "los borrachos siempre dicen la verdad".