Si me falta el ruido...

Un día mi amiga Mari, fanática de David Bisbal, puso en su carro una canción de él que me gustó mucho. Al preguntarle cuál era me dijo que se llama "Ruido" y la compuso una chama de Operación Triunfo. Nunca pensé que esa canción iba a marcar algo en mi vida...

Hace una semana mi abuela se fue. Nunca había experimentado un dolor tan grande como el de perder a un ser tan querido. Ella es mi segunda mamá. No lo podía creer. Cuando mi hermano me lo dijo sentí que el mundo se me vino abajo, es que como me dijo una amiga: "Las abuelitas no pueden dejarnos", pero sí, nos dejan, aunque sólo físicamente... Los buenos recuerdos siempre viven.

Mi abuela, tan planificada y maniática como su nieta, dejó escrito en un papel que cuando muriera quería que la cremaran y que esparcieran sus cenizas en el mar. Eso hicimos: viajamos a Puerto la Cruz a hacer una ceremonia con mariachis en un bote por el Paseo Colón. 

Cuando íbamos en el taxi para casa de mi madrina, donde nos quedaríamos en Puerto, iba pensando lo mala que soy para describir mis emociones cuando son tan fuertes y como asocio todo con canciones porque en momentos así es difícil expresarme. Juro que pensé: "Ni siquiera hay una canción que describa esto" cuando de repente empezó a sonar "Ruido"... Y aquí está, así es como me siento... 


Oigo su voz, aunque no está,
sigo tratando de aceptar...

Que me falta el ruido.
sus pasos por la casa, siempre, ruido
su risa recorriendo los pasillos
la vida se me antoja eterna,
no me siento capaz de ser feliz
si ella no está, si me falta el ruido...

Sólo me queda agradecer por tanto. Por cuidarme cuando era niña, por enseñarme a comer pasta, por el guarapito de la tarde con pan dulce, por sus chistes, por sus refranes, por darme sopita en mi peor borrachera, por querer a  mi esposo tanto como yo, por regalarme su rosario favorito para que me cuidara, por abrazarme siempre, porque todo el mundo, desde niña me ha dicho que me parezco a usted y ese es el mejor cumplido, por el amor, sobre todo por el amor. 

Por ahora no puedo estar feliz, pero usted siempre quiso que lo fuera. Así que ya sabe que mis sonrisas y todos mis bailes, como los que le hacía en el cuarto o en la cocina, se irán al cielo, a su lado. La amo, para siempre...

Comentarios

Entradas populares